La Fundación Asefarma se involucra en la formación sanitaria de las jóvenes mujeres del Chad

La congregación de las Misioneras de Cristo Jesús lleva muchos años trabajando en varios países africanos. Su único objetivo es el de ayudar “a los que nada tienen”. Las misioneras realizan su trabajo de la misma manera que lo han hecho siempre: “teniendo presente que lo que más feliz les hace es dar su vida por los demás”, tal y como nos aseguró recientemente la hermana Ángela -misionera de la congregación-, con la que pudimos mantener un enriquecedor encuentro a través de videollamada.

En África trabajan en países como Congo, Camerún o Chad. Este último, es uno de los países más pobres del mundo y en el que desde la Fundación Asefarma se llevan a cabo varias acciones solidarias a lo largo del año. Por su gran vinculación con este territorio de África, la Fundación ha decidido hacer un llamamiento a la población española para sumar su granito de arena en el impulso de la formación de todos aquellos jóvenes que desean formarse en el ámbito de la salud. Especialmente en el caso de las mujeres, que tienen aún muchas más dificultades.

La vida de la mujer en el Chad

Según explicó la madre Ángela, “la mujer es muy poco valorada en Chad. De hecho, cuando llegan a los 13 o 14 años, se casan y han de atender a sus familias y a su pueblo”. Por ello, es tan importante que cuando una niña quiere seguir estudiando, con el firme propósito de poder ayudar desde el punto de vista profesional, reciba esa ayuda que demanda.

¿Cómo realizan su trabajo estas misioneras?

La congregación lleva en activo en la Comunidad de Yamena desde el año 2010. Enfocando todo su trabajo en torno a áreas como la salud, el trabajo social y la educación. Y, sobre el área de la formación pudimos conocer más detalles de primera mano.

En el encuentro con Ángela, nos presentó a Silvie y a Raquel. Se trata de dos jóvenes estudiantes que tienen como único deseo poder formarse como enfermeras para poder regresar a su pueblo. Volver con sus familias y prestarles esa ayuda de la que allí carecen. De hecho, Silvie es la primera mujer en su pueblo que ha podido ir a la escuela. Como ellas, muchas jóvenes necesitan apoyo para su formación sanitaria.

Como además subrayó Ángela, Silvie es la mejor de su clase y ha logrado finalizar la escuela secundaria de forma brillante. Sin embargo, no puede costearse sus estudios en la Universidad. Lo mismo ocurre con el hermano de Ángela, Bienvenido Kibala: “Ya es técnico de laboratorio pero carece también de recursos para seguir desarrollándose, le falta la especialidad”.

La Fundación Asefarma tiende su mano a las misioneras como apoyo para la formación sanitaria de jóvenes africanos

Y es aquí desde donde la Fundación Asefarma colabora para poder facilitar que jóvenes chadianas puedan continuar sus estudios. Gracias a la colaboración de la Fundación, jóvenes como Silvie o Raquel reciben apoyo moral para estudiar y continuar con su formación sanitaria. Además, cuentan con un techo en el que alojarse gracias al albergue que gestionan las Misioneras y, sobre todo, reciben ayuda monetaria que poco a poco van recaudando para que puedan afrontar el coste de sus estudios.

En países como Chad, la formación sanitaria puede ayudar a pueblos enteros porque estudiantes como estas jóvenes, algún día ejercerán en un centro específico pero también prestarán ayuda a sus familias y a todo su pueblo.

La importancia de la formación sanitaria y las deficiencias de su sistema de salud

Por otro lado y, recordando la última expedición de la Fundación Asefarma al Chad para la entrega de medicamentos y productos sanitarios al Hospital El Buen Samaritano por parte de la Fundación Asefarma y en el que Ángela tuvo la oportunidad de interactuar con algunos de sus patronos, recalcó su agradecimiento a la labor de la Fundación Asefarma en Chad porque “aquí la gente es muy pobre y no tienen acceso a medicamentos”. Además, en lo referente a la Sanidad, la hermana Ángela destacó la escasez de infraestructuras -tanto en número como en calidad- para prestar atención a la población. Como detalló, en Yamena no es extraño que el centro sanitario más próximo a una población se encuentre a más de 200 kilómetros y que en esa distancia existan mil y una dificultades para que un paciente pueda llegar a tratarse con un profesional sanitario o que éste visite el poblado al que ha de atender.

¿Puedes ayudarnos a ayudar al Chad? Necesitan ayuda para formarse, para acceder a medicamentos, para mejorar sus infraestructuras, para combatir la desigualdad de la mujer…

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